32 de marzo

Breve cuento.

2 de abril de 2014 a las 22:00
 
Casi nadie recuerda el 32 de marzo, es más creo que no existe alguien que tenga la suerte de nacer en este día, considero que ningún santo hizo los méritos necesarios para que se le asignara esta fecha, y es que sin lugar a dudas el 32 de marzo no es mas que una prorroga de un mes, un recordatorio que los días no le preguntan al calendario su ontología, simplemente pasan agarrados de la mano jugando coleadas con la vida de los que dependemos encarecidamente de ellos, si de ellos, de los días. Por eso pensar en una fecha inexistente  provoca un pensamiento divergente que muy pocos adultos tienen.  
 
Sucedió así….  
 
Era momento de poner en el cielo de la pizarra la fecha correspondiente al día  en el aula donde unos pequeños niños se disponían aprender  
 
¿Qué día es hoy?
 
Siempre empezaba la clase con esa pregunta, como sí a un pequeño de seis años le importará una fecha, es que ¡Carajo!  Por que le habría de importar una secuencia numérica a un niño, si para él existen escasas fechas de importancia como  su cumpleaños, navidad, su cumpleaños otra vez y cualquier día que le pueda brindar alegría asegurada.  
 
No lo menciono de una forma irónica y es que, que envidia no darle importancia a los días, a las fechas, al tiempo, que envidia no saber cuando vence el recibo del agua, cuando  murió tu abuelo, el día que acaban las vacaciones, no estar constantemente pensando en los fechas, que amenazan con su llegada.  
 
-¡Martes! contesto pequeña voz aguda en la parte de atrás del salón
 
-¿Martes que?  Dijo la maestra sin titubear, ella sabía que los niños ya conocían  que después del nombre del  día viene un número que registra el avance del tiempo.  
 
- 32 se escucharon varias voces -¿32? Menciono la maestra - sí 32 (Era lo más lógico, si ayer fue 31, hoy es 32)  
 
La maestra sin decir nada lo plasmo en la gran pizarra blanca  
 
 -¿De que mes?  
 
- De marzo contestaron, no hace falta mencionar que cada mes tiene sus propios martes y sus propios números.  
 
Ella lo anoto puntualmente como los niños lo dictaron, muchas veces al día quedaba maravillada ante las construcciones neuronales de significados, y como lo mas obvio, se volvía los mas complejo y lo mas complejo  ellos le demostraban que podía ser destruido  y hacerlo simplemente un suspiro en medio de 365 días que ya eran muy bien conocidos para todos. ¡De pronto, una voz dijo!  
 
-Yo oí que es abril  
 
- ¿Abril?  
 
Una melodía susurro, un chisme que había escuchado en el exterior,  
 
-Sí es abril, primero de abril  
 
Ese rumor y conocimiento contextual cambio todo. En el aula  todo se desplomo pero…. es que  como un rumor como aquel había podido acabar con la invención de un día, con la creación de una fecha inexistente  ante el calendario en el cual un grupo de pequeños se disponían alegremente a vivir,  como  demonios fue posible que un un rumor certero y fiel a la medición de la vida había podido acabar con algo tan importante como el 32 de marzo del 2014.  
 
Todos borraron el abrupto error cometido y como un día cualquiera, se escribió:
Martes 1 de abril del 2014